PS6.- La racha de mala suerte para Intel sigue en marcha, ya que acaba de perder miles de millones en una oportunidad dorada: la fabricación del cerebro detrás de la esperada PlayStation 6. Según un informe de Reuters, Sony se inclinó por AMD para desarrollar la CPU de su próxima consola, dejando a Intel fuera del trato.
En 2022, Sony mantuvo conversaciones tanto con AMD, quienes ya estaban detrás del éxito de los chips de la PS5, como con Intel, para decidir quién se llevaría el codiciado contrato de la PS6. Sin embargo, Intel cometió un error fatal: obsesionarse con sus márgenes de ganancia, confiando en que sus recién estrenadas fábricas serían el milagro financiero que esperaban. Pero la realidad fue otra.
Las fábricas que prometían ser el futuro de Intel resultaron en un desastre. La compañía perdió casi 7.000 millones de dólares en 2023 debido a malas decisiones de producción y subcontrataciones erróneas. Esto desencadenó una serie de despidos masivos en 2024, con miles de empleados afectados mientras Intel intentaba evitar un naufragio completo. Su CEO, Pat Gelsinger, confesó que la compañía no alcanzará el equilibrio financiero hasta al menos 2027.
En contraste, AMD jugó sus cartas con astucia. Ofrecieron precios irresistibles, sacando a Intel del juego. Aunque los márgenes para AMD no fueron los ideales, aseguraron millones de unidades vendidas para la PS6 cuando esta finalmente vea la luz. Mientras tanto, Intel sigue mordiéndose las uñas.
Intel, por supuesto, ha preferido no hacer comentarios sobre esta humillante derrota, afirmando que “no están de acuerdo con esta caracterización”. Pero tras perder miles de millones y despedir a miles de empleados, las excusas se sienten cada vez más vacías.
PS5 Pro: ¿Innovación o simple distracción?
Desde el reciente anuncio de la PS5 Pro, la comunidad gamer no ha tardado en reaccionar… y no de la mejor manera. Sony se encuentra bajo una lluvia de críticas, con jugadores que señalan que las mejoras gráficas y en rendimiento de la PS5 Pro son apenas perceptibles, lo que hace difícil justificar su elevado precio de $700.
En un curioso giro del destino, durante el video promocional que comparaba la PS5 con la PS5 Pro, Sony pareció dispararse en el pie al señalar las limitaciones gráficas y de rendimiento de su consola original, lo que dejó a muchos preguntándose: ¿vale la pena esta “nueva” consola?
Con el público poco convencido, los ojos de la comunidad ya están puestos en lo que realmente importa: la PS6. A pesar de que han pasado solo cuatro años desde el lanzamiento de la PS5, el ciclo de vida tradicional de las consolas de Sony sugiere que podríamos estar viendo la PS6 alrededor de 2027.
Los documentos filtrados de Microsoft y Sony apuntan a una ventana de lanzamiento entre 2027 y 2028 para la próxima generación. Pero mientras Sony lidia con el escepticismo en torno a la PS5 Pro, surge la inquietante pregunta: ¿cuál será la estrategia de precios para la PS6?
Si la economía global sigue en espiral, la PS6 podría convertirse en un lujo solo al alcance de unos pocos.
¿El regreso de Xbox?
Sony puede liderar la generación actual de consolas, pero gran parte de su éxito se debe tanto a sus aciertos como a los traspiés de Xbox. Sin embargo, la próxima generación podría ser otra historia. Con los errores recientes de Microsoft y la falta de una estrategia clara, muchos se preguntan si Xbox podría retomar su antigua gloria, como lo hizo con la 360 en los días dorados de la rivalidad con la PS3.
Mientras tanto, Intel sigue en una carrera contra el tiempo. El 2027 será el año decisivo: o logran recuperarse y volverse rentables, o seguirán observando desde las gradas mientras AMD y Sony nadan en billetes, dejando a Intel tambaleándose en el mercado tecnológico.