Ravenlok es un videojuego de rol de acción desarrollado y publicado por Cococucumber para múltiples plataformas, incluyendo PC, Epic Game Store y Xbox Game Pass. El juego se adscribe al género de acción y aventuras basado en vóxeles, poniendo un fuerte énfasis en la exploración y la resolución de acertijos. En este juego, los jugadores se sumergen en la historia de Ravenlok, una joven cuya familia ha emigrado a una aislada granja. Tras colaborar en las labores hogareñas con sus padres, Ravenlok descubre en el granero un enigmático espejo antiguo que la transporta a un nuevo y extraño mundo poblado por criaturas parlantes, brujas y monstruos.
Ravenlok Aventura Vóxel Llena de Misterios
Si bien el juego logra establecer una atmósfera cautivadora gracias a su sobresaliente banda sonora y su atractivo visual, la experiencia de juego no está a la altura de estas cualidades. En este aspecto, el combate se caracteriza por su simplicidad y, en ocasiones, se torna repetitivo. A ello se suma una profusión de misiones de búsqueda que se intercalan con acertijos de vez en cuando ingeniosos, pero que no logran compensar totalmente la sensación de monotonía.
El apartado visual es, sin lugar a dudas, uno de los puntos más destacados del juego. Su estilo artístico basado en vóxeles impresiona por su belleza y atención al detalle, dotando al mundo del juego de un encanto único. La banda sonora, por su parte, contribuye de manera sustancial a la inmersión del jugador, enriqueciendo la experiencia general.
La jugabilidad es más ambivalente en su presentación. Aunque el combate se simplifica para ofrecer una experiencia directa, su ejecución puede resultar monótona debido a su falta de desafío. Los acertijos, por otro lado, resultan relativamente sencillos y no exigen un nivel profundo de reflexión. A pesar de estos puntos, la exploración del mundo en el juego es gratificante, ya que el juego esconde numerosos secretos que invitan a ser descubiertos.
En un guiño constante al estilo literario de Lewis Carroll, Ravenlok adopta un enfoque tranquilo ante su desarrollo, evitando comentar en exceso sobre la peculiaridad de los eventos que rodean a la protagonista. Aunque Ravenlok, la personaje principal, no se distingue por su expresividad o profundidad, la singularidad de los personajes no jugables con los que interactúa aporta una dimensión memorable a la experiencia del juego. Desde erizos comerciantes hasta mantis científicas y el ineludible Sombrerero Loco, la travesía está llena de encuentros con individuos extravagantes y divertidos.
La sensación de otro mundo impregna cada rincón del juego, subrayada por las diferencias entre el diseño de Ravenlok, que es de proporciones naturales y redondeadas, y la estética en píxeles en 3D que caracteriza a los habitantes con los que se cruza.
No obstante, Ravenlok alcanza ciertas alturas en términos de creación de mundo y atmósfera; lamentablemente, flaquea en el apartado jugable. El combate resulta simplista y, en ocasiones, incluso excesivamente fácil. Equipada con espada, escudo y la posibilidad de adquirir bombas elementales y hasta cuatro ataques especiales, Ravenlok rara vez se ve forzada a recurrir a las bombas o ataques especiales, ya que la rapidez de sus golpes con la espada no deja momentos de vulnerabilidad en la animación de ataque, permitiéndole aniquilar a los enemigos antes de que puedan responder. Aunque los jefes presentan diseños variados, desde agresivos soldados de cartas hasta un cangrejo ermitaño vanidoso acompañado de un inexplicable ejército ninja, ninguno supone un desafío especialmente significativo.
Las misiones que se alternan con los combates tampoco destacan por su complejidad. La mayoría consiste en el típico “encontrar X cantidad de elementos” dispersos por la zona, ya sean fragmentos de ceniza o tazas de té.
El juego a menudo resulta frustrante por su falta de claridad en las instrucciones, como la búsqueda de una palanca de ascensor de repuesto. En ocasiones, la solución reside en un lugar completamente distinto e intuitivo, alejado de las expectativas del jugador.
Sin embargo, se intercalan algunos acertijos ingeniosos entre la monotonía de las búsquedas. Además de recolectar elementos, los jugadores se enfrentan a desafíos que involucran encontrar pistas en el entorno, memorizar y analizar información, una dinámica que evoca el espíritu de “Alicia en el País de las Maravillas” y su enfoque en juegos de palabras y enigmas.
La belleza del mundo explorado por Ravenlok también es un factor a favor. Los paisajes varían desde el misterioso y vibrante Bosque de Hongos hasta la manera en que la luz vespertina resplandece en los espejos rotos de High Garden. La orquestada y alegre banda sonora complementa la atmósfera peculiar pero surrealista deseada por el juego.
En conclusión
Ravenlok no puede ser catalogado como un juego deficiente, pero la impresión que genera su jugabilidad tiende a ser algo insustancial. Aquellos que busquen una experiencia de acción desafiante pueden sentirse decepcionados por su combate simplista y su falta de dificultad, así como por la abrumadora presencia de misiones de búsqueda. Sin embargo, para los jugadores más jóvenes o aquellos que busquen una aventura más sencilla en un mundo surrealista lleno de personajes memorables y extraños, el juego ofrece un tiempo decente y merece ser explorado por sus méritos.
