Ghostrunner.- Los juegos difíciles reciben un clamor distintivo de la comunidad de jugadores. Desde clásicos como Dark Souls hasta indies como Celeste, hay un aura distintiva en este tipo de juegos, ya sea despertando a los jugadores más duros o provocando debates sobre modos más accesibles en estos juegos. Cada estudio y creador es libre de hacer que su respectivo juego sea tan difícil como la dirección quiera, pero eso tiene un costo: no ser artificialmente difícil y ser justo.
Ghostrunner es un juego claramente difícil debido a una mecánica muy puntual: todo (a excepción de los jefes) muere de un solo golpe, incluido tú. Al igual que en Hotline Miami, muchas de sus muertes seguirán a un “¡¿En serio ?!”, “¡MENTIRA!” etcétera. A diferencia del juego independiente, Ghostrunner tiene un trabajo mucho más complejo al incorporar otras mecánicas junto con esta elección de diseño, como el parkour y el hecho de que el juego es tridimensional y en primera persona. El escenario necesita estar bien trabajado, los enemigos bien posicionados y una serie de factores para que la dificultad sea justa y no parezca artificial. Y aquí tenemos buenos aciertos y tambien varios errores.
Ghostrunner Cyborg ninja futurista al rescate
Ambientado en un futuro ciberpunk distópico controlado por tiranos, el mundo de Ghostrunner es como cualquier otro juego ambientado en un futuro ciberpunk distópico: el industrialismo se encuentra con la tecnología y la hipervigilancia. La torre principal, donde se desarrolla el juego, está en decadencia, con pandillas y marginados saliendo a la calle.
El jugador encarna al personaje principal conocido como… Ghostrunner. Siendo una especie de súper soldado creado especialmente para el combate rápido y letal con el fin de defender a sus superiores, nuestro protagonista sufre un grave intento de asesinato a manos de una entidad conocida como Keymaster, que funciona como una especie de dictador gobernante en este mundo.
En ruinas, el personaje es rescatado por un grupo activista llamado The Climbers, que hacen todo lo posible para devolver al Ghostrunner a su forma original. Uno de los integrantes de los Climbers, conocido como Zoe (y que tiene un papel relevante en la historia), le da al personaje el nombre de Jack –un chiste que hace referencia al estado en el que se encontraba el protagonista. El problema es que los Escaladores no pueden revivir a Jack y solo depende de otro personaje salvarlo, conocido como El Arquitecto.
El Arquitecto es una IA que una vez fue el humano responsable de crear la torre en la que se desarrolla Ghostrunner, desde el concepto hasta la construcción. Al devolverle la vida a Jack, el Arquitecto le da al protagonista una misión: escalar la torre de la ciudad y matar al Keymaster. La IA es un personaje clave en la historia y guiará a Ghostrunner todo el tiempo, informándole de sus habilidades y aclimatando al jugador a lo que sucede en la historia.
Es una motivación simple pero bien contada. Hay pocas cinemáticas y el juego transcurre a un ritmo frenético la mayor parte del tiempo, sin muchas pausas para explicar qué está pasando y quiénes son los personajes. Todos los diálogos tienen lugar en el juego en tiempo real, lo que hace que sea muy difícil seguir algunas horas cuando las cosas van muy rápido. Además, no espere personajes superconstruidos o motivaciones profundas: el enfoque aquí está en la acción.
Metal Gear Rising + Mirror’s Edge = Ghostrunner
Como mencioné en los primeros párrafos, Ghostrunner sigue la línea audaz del diseño “1 hit kill”. El personaje principal es una máquina asesina capaz de realizar varios momentos rápidos y de parkour, como escalar y correr en las paredes, realizar carreras súper rápidas y pasar al modo de cámara lenta mientras está en el aire para esquivar los proyectiles enemigos. Sin embargo, cualquier error te arroja al comienzo de la arena para volver a intentarlo.
La pasiencia y el auto control en ti mismo seran tu mejores amigos con este juego porque vas a morir muchas veces. Pero cuando digo mucho, son más de 40 o 50 veces por nivel, dependiendo de tu nivel de familiaridad con este tipo de juegos; este número se puede duplicar fácilmente si tienes problemas con los reflejos y los movimientos muy rápidos. Afortunadamente, cargar después de morir es prácticamente instantáneo y no deja fluir la acción durante mucho tiempo.
Con eso en mente, cada arena funciona como una especie de rompecabezas: ¿a qué enemigo debo matar primero? ¿Qué pared debo atravesar? ¿Qué habilidad usar? Las arenas son simplemente abiertas y permiten un cierto nivel de experimentación a pesar de que el juego en su conjunto es bastante lineal. El guión en muchas de estas arenas es bastante obvio, pero otras necesitan más paciencia para decidir la mejor ruta para ejecutar, especialmente al final del juego.
La mecánica de algunos enemigos y el diseño de algunas plataformas bordean la última forma de frustración. Varias veces vi al personaje caer por el precipicio por un gancho mal posicionado o por un wall run involuntario, además de ese enemigo del callejón que sigue disparando una barrera láser que requiere que el jugador tenga un pensamiento ajedrezado para posicionarse siempre un paso por delante. Todos los enemigos queriendo matarte puede ser bastante agotador.
Además, Ghostrunner tiene opciones de accesibilidad muy limitadas. Sin modos de contraste, ajuste de subtítulos, dificultad o cualquier otro tipo de opción de calidad de vida que mejore la experiencia de aquellos que no tienen todas las capacidades físicas para disfrutar del juego. Y antes de que venga alguien a quejarse de por que que esto es un punto negativo: es inaceptable que en pleno 2020 un juego patrocinado por una editorial importante no tenga el mínimo de accesibilidad, así que sí, me quejo.
Con estilo sin perder (mucho) el equilibrio
Ghostrunner es un juego que te cansará al final de cada nivel. Te hará respirar hondo y seguir jugando con pura adrenalina: es rápido, elegante, con estilo, brutal y tremendamente satisfactorio cuando funciona.
Incluso con enemigos y plataformas que te harán arrancarte los pelos (si eres de los que tiene) de pura frustración debido a la infame mecánica de “matar con 1 golpe”, Ghostrunner alivia la picazón que dejan los juegos de acción frenéticos como Vanquish o Metal Gear Rising.
