¿Pensabas que este era el año perfecto para sumarte a la nueva generación de Xbox? Pues más vale que revises tu presupuesto otra vez, porque Microsoft acaba de hacer un movimiento que cambiará por completo el panorama de sus productos: suben los precios de las consolas Xbox, los mandos y hasta algunos de sus nuevos juegos, afectando a jugadores de todo el mundo. Sí, tú también, Latinoamérica.
Desde hoy, las consolas Xbox Series S y X recibirán aumentos considerables en sus precios sugeridos. La más potente, la Xbox Series X, pasa de $499,99 USD a $599,99 USD. Es decir, un aumento de 100 dólares. La Xbox Series S de 512 GB, por su parte, sube 80 dólares, llegando a los $379,99 USD. Y si estás pensando en una consola con más almacenamiento, la versión Series S de 1 TB se eleva a $429,99 USD.
Ahora bien, si tenías en la mira alguna de las nuevas ediciones, aquí va el dato fuerte: la nueva Xbox Series X digital se sitúa en $549,99 USD, y la llamativa edición Galaxy Black de 2 TB alcanzará los $729,99 USD. Una cifra que la pone por encima incluso de una PC de gama media.
Pero las malas noticias no terminan ahí.
🎮 ¿Mandos? También suben
Tanto los mandos inalámbricos como los auriculares Xbox aumentarán su precio. El clásico mando ahora se vende a $64,99 USD, mientras que los auriculares suben a $119,99 USD. Es decir, renovar tu set de accesorios también requerirá que estires la chequera.
🎄 Juegos de Xbox también más caros para estas fiestas
Como si fuera poco, algunos de los nuevos juegos exclusivos de Xbox que se lanzarán esta Navidad llegarán con una nueva etiqueta de precio: $79,99 USD. Es un aumento de 10 dólares que los pone al mismo nivel de los títulos más caros en Nintendo Switch 2. De este modo, Microsoft se alinea con la tendencia de encarecer los AAA, como ya lo han hecho otras compañías.
¿La única buena noticia? Game Pass no subirá de precio… al menos por ahora.
🌍 El cambio es global: también suben los precios en Europa y más países
Esto no es algo exclusivo de Estados Unidos. Microsoft confirmó que los aumentos se aplican en Europa, Reino Unido, Australia y otros mercados internacionales. En cifras, esto es lo que verán los usuarios fuera de EE.UU.:
- Xbox Series S (512 GB): 349,99 € / 299,99 £
- Xbox Series X (1 TB): 599,99 € / 499,99 £
Así que si vives en España, Francia, Alemania o Reino Unido, prepárate: los aumentos también llegan a tu tienda más cercana. Y no es una movida aislada: Sony ya había incrementado los precios de su PS5 en algunos de estos mercados a principios de mes. Claramente, estamos entrando en una nueva fase en la guerra de las consolas, donde no solo se pelea por exclusivas… sino por el bolsillo del jugador.
La decisión de Microsoft parece impulsada por múltiples factores. Primero, los costes globales de fabricación y distribución han subido, algo que ha afectado a toda la industria tecnológica. Segundo, el fantasma de posibles aranceles impulsados por Donald Trump vuelve a acechar, y Microsoft estaría preparándose para una eventual ola de tarifas que encarezca aún más sus productos.
Pero hay otro lado más positivo —al menos para Microsoft—: en su más reciente informe financiero, el CEO Satya Nadella reveló que la compañía terminó el trimestre como el editor número uno en pedidos anticipados y preinstalaciones en Xbox y PlayStation Store. Además, los ingresos de PC Game Pass crecieron un 45 % comparado al año anterior. Es decir, hay confianza de que la marca está en una buena posición… y de que el público probablemente seguirá comprando, incluso con precios más altos.
El mensaje es claro: si estabas pensando en comprarte una Xbox Series X o S, o renovar tu control, ahora te costará más. Y con el aumento de precio también en los juegos, la suscripción a Xbox Game Pass se convierte en una opción mucho más atractiva, sobre todo para quienes buscan jugar sin vaciar la cuenta bancaria. En una época donde todo sube —luz, renta, gasolina y ahora tus videojuegos—, Game Pass se perfila como la mejor relación calidad-precio del ecosistema Xbox.
🕹️ ¿El futuro del gaming se encarece?
Estas subidas de precios podrían ser solo el comienzo de una nueva tendencia. Con cada vez más juegos apuntando a desarrollos más costosos y hardware más ambicioso, parece que el futuro del gaming podría ser… más caro. ¿Están los jugadores preparados para asumir este nuevo costo? ¿Y cuántos se verán obligados a saltar a servicios por suscripción en lugar de comprar juegos o consolas?
