Dos meses después de que surgieran rumores sobre una posible adquisición de Ubisoft por parte de la familia Guillemot y el gigante chino Tencent, las conversaciones entre los accionistas continúan sin resolverse. La discusión principal gira en torno a un tema crítico: la familia Guillemot busca mantener el control de la compañía incluso después de una eventual compra, lo que ha generado tensiones con Tencent.
Una lucha por el control
Tencent, actualmente el segundo mayor accionista de Ubisoft, no ha decidido si aumentará su participación en la compañía para respaldar la compra. Según el informe de Reuters, el gigante chino está interesado en obtener mayor influencia en las decisiones estratégicas de la junta, como la distribución del flujo de caja, si decide financiar el acuerdo. Sin embargo, la familia Guillemot no ha cedido en sus intenciones de mantener la independencia operativa de Ubisoft.
La postura de Tencent también está motivada por el deseo de evitar que terceros adquieran la empresa, por lo que adoptan una estrategia de esperar y observar si la familia Guillemot finalmente firma la propuesta.
Un portavoz de Ubisoft, en respuesta al artículo de Reuters, declaró:
“Seguimos comprometidos a tomar decisiones en el mejor interés de todos nuestros accionistas. En este contexto, como ya hemos indicado, la compañía también está revisando todas sus opciones estratégicas”.
El legado de independencia bajo amenaza
La intención de la familia Guillemot de mantener el control de Ubisoft no es nueva. En el pasado, enfrentaron y superaron intentos de adquisición, como la OPA hostil de Vivendi en 2016. Sin embargo, el panorama actual presenta desafíos aún más complejos.
Los problemas comenzaron a acumularse con las acusaciones de mala conducta sexual en 2020, que afectaron la reputación de la empresa y expusieron fallos en su liderazgo. Desde entonces, Ubisoft ha enfrentado dificultades para mantener su posición en la industria, con lanzamientos de juegos que no cumplieron las expectativas comerciales. Entre ellos, títulos como Avatar: Frontiers of Pandora, Skull and Bones, el pronto desaparecido XDefiant, y Star Wars Outlaws.
Más recientemente, el retraso de Assassin’s Creed Shadows, una de las franquicias insignia de Ubisoft, representó un golpe económico significativo, lo que refleja la creciente presión financiera sobre la compañía.
El futuro incierto de Ubisoft
La lucha entre la familia Guillemot y Tencent simboliza una batalla más grande: el dilema entre mantener la independencia de Ubisoft y adaptarse a las exigencias de un mercado globalizado y competitivo.
Mientras Tencent busca expandir su influencia y proteger su inversión, los Guillemot intentan preservar su legado, aunque ello implique comprometer la estabilidad financiera y operativa de la empresa.
En un mercado en el que los gigantes como Microsoft y Sony dominan cada vez más a través de adquisiciones y consolidaciones, Ubisoft enfrenta un camino incierto, con el tiempo como su peor enemigo. ¿Podrá la familia Guillemot encontrar una solución que satisfaga a todos los accionistas y garantice la supervivencia de la compañía, o será esta la última batalla por el control del histórico editor francés? El destino de Ubisoft, y de su independencia, podría decidirse en los próximos meses.