Evil West.– Hay algo verdaderamente cautivador en la atmósfera del Salvaje Oeste: la intriga entrelazada con la belleza cruda del paisaje, la implacable lucha por la supervivencia, y por supuesto, los icónicos sombreros de vaquero. Este año, hemos sido testigos de un renacimiento de los juegos ambientados en este mundo, pero con una intrigante vuelta de tuerca: la inclusión de magia, tecnología avanzada y monstruos de pesadilla.
Evil West, la última creación de los talentosos desarrolladores de Flying Wild Hog, se sumerge de lleno en este fascinante crisol, ofreciendo un shooter de aventuras en tercera persona que transporta a los jugadores a un Estados Unidos del siglo XIX infestado de criaturas sobrenaturales y peligros inimaginables.
Lo que diferencia a este título es su audaz mezcla de elementos históricos con elementos fantásticos, creando así una experiencia única que desafía las convenciones. En lugar de limitarse a los confines de los libros de historia, Evil West introduce una organización secreta, el Instituto Rentier, compuesta por científicos, médicos, agentes de campo y soldados, cuya misión es mantener a raya las fuerzas del mal que amenazan con sumir al mundo en la oscuridad.
Así, mientras exploramos los parajes desolados del Salvaje Oeste, nos encontramos con una narrativa que trasciende los límites de la realidad, ofreciéndonos un viaje épico donde la magia y la tecnología chocan en un enfrentamiento que decidirá el destino de la humanidad.
Evil West Un Oeste Oscuro y Salvage
El protagonista de nuestra historia, Jesse Rentier, emerge como el heredero de un legado legendario: el Instituto Rentier y su incansable lucha contra las criaturas de la noche. Cuando una banda de vampiros desata el caos, dejando en ruinas la sede del Instituto y dejando gravemente herido a su padre, la amenaza se torna más real que nunca. En respuesta, los miembros del Instituto aceleran sus planes para erradicar de una vez por todas estas fuerzas malignas que acechan en las sombras.
Adentrarse en el Salvaje Oeste es experimentar una sensación única; la mezcla de intriga y belleza del paisaje, la lucha despiadada por la supervivencia, y por supuesto, los emblemáticos sombreros de vaquero. Este año, hemos sido testigos de un renacimiento de juegos que reconstruyen ese mundo polvoriento y salvaje de los Estados Unidos del siglo XVI al 1800, pero con un giro sobrenatural.
Evil West, el último lanzamiento de los aclamados desarrolladores Flying Wild Hog, se sumerge de lleno en este mundo, ofreciendo un shooter de aventuras en tercera persona que fusiona de manera magistral elementos históricos con elementos fantásticos.
Nos encontramos ante un enfrentamiento épico entre la humanidad y hordas de monstruos alimentados por magia oscura. Ante esta creciente amenaza, surge el Instituto Rentier, un bastión de esperanza donde científicos, médicos, agentes de campo y soldados se unen en una batalla desesperada por mantener a raya las fuerzas del mal que amenazan con sumir al mundo en la oscuridad.
El protagonista de esta épica aventura es Jesse Rentier, destinado a heredar tanto el legado del Instituto como la carga de enfrentarse a las bestias más temibles. Cuando una banda de vampiros asalta la sede del Instituto Rentier y deja gravemente herido a su padre, la amenaza que representan estas criaturas se intensifica, llevando a los miembros del Instituto a acelerar sus planes para erradicar de una vez por todas este mal que acecha en las sombras.
La trama se desarrolla de manera lineal a lo largo de 16 cautivadores capítulos. Jesse, en su búsqueda por la verdad, viaja a diversos lugares, regresando luego a su base de operaciones para compartir sus descubrimientos con su equipo. La obsesión de Evil West por el progreso se hace patente desde el inicio de cada nuevo capítulo, donde el juego despliega más y más enemigos a medida que exploras los variados paisajes que ofrece.
El bestiario de Evil West es impresionante, y conforme avanzas en la historia, el juego introduce gradualmente nuevas y temibles criaturas. Los enemigos que eran meros desafíos en los primeros capítulos reaparecen más adelante, ahora como formidables adversarios en encuentros épicos. Sin embargo, a medida que adquieres nuevas habilidades y armas, también aumenta tu capacidad para enfrentarte a estas amenazas. Pero ¡cuidado! Cada enemigo en Evil West requiere un enfoque único, haciendo necesario el uso estratégico de una variedad de armas y habilidades tanto de corto como de largo alcance para superarlos con éxito. Si no eres hábil en la multitarea, prepárate para un desafío formidable.
Para enfrentarte a los brutales ogros gigantes, que parecen sacados directamente de un videoclip de Motley Crue con sus hachas relucientes, necesitarás deslizar una rápida patada en su abdomen para infligir daño. Los Leechers, una grotesca combinación entre un luchador de sumo y una tenia gigante de siete pies de altura, portan escudos puntiagudos que solo puedes sortear si los atacas por la espalda o, mejor aún, si logras desarmarlos antes.
Y luego están esos espeluznantes monstruos anaranjados, que corren hacia ti de manera errática y estallan en una explosión de caos y daño. Para lidiar con ellos, tendrás que mantenerlos a raya con ataques a distancia antes de que estén demasiado cerca para tu comodidad. Y mientras intentas lidiar con esta variopinta horda de enemigos, te encontrarás frente a un jefe cuya barra de salud parece triplicar la tuya, añadiendo aún más presión a la situación.
Ahora bien, si te estremece la idea de ver sangre y vísceras, prepárate, porque el arte de los personajes de este juego no escatima en detalles. Los enemigos chorrean goo y pus, mientras que la sangre salpica con frecuencia y el suelo está plagado de insectos retorcidos. Estos elementos visuales están cuidadosamente diseñados para generar una atmósfera de tensión y repulsión en el jugador.
Otro aspecto en el que el juego brilla es en su diseño de niveles. Desde pantanos tóxicos y enigmáticos hasta aserraderos desolados y pueblos abandonados cubiertos de maleza, cada ubicación tiene su propia personalidad única. Algunos entornos incluso presentan elementos interactivos que añaden un toque extra de emoción, como la necesidad de cambiar las vías del tren disparando a objetivos en un aserradero o la exploración de edificios en ruinas en una ciudad en decadencia.
Cuando se trata de exploración, resulta decepcionante que las ubicaciones no ofrezcan más oportunidades para sumergirse en áreas más profundas y ser recompensado por ello. Aunque en ocasiones me aventuré fuera de los caminos trillados, fue más por la presencia de marcadores que me llamaron la atención que por la propia estructura del juego. Habría disfrutado perderme un poco más en estos espacios, pues la belleza de cada lugar me incitaba a querer explorarlo más a fondo y ser gratificado de manera más significativa.
En cuanto al botín en Evil West, se presenta en forma de resplandecientes bolsas de dinero doradas y cofres de diversos tamaños que contienen desde dinero hasta cosméticos y mejoras. Sin embargo, estos elementos carecen de brillo propio, eclipsados por la vitalidad del mundo que los rodea. Aunque el dinero resultaba útil para mejorar mis armas, su adquisición no generaba un gran impacto emocional.
Lo que sí provocaba admiración eran las armas que se ofrecían. El guantelete distintivo de Jesse, que destaca con sus remolinos azules de electricidad en su mano derecha, es imposible pasar por alto. No solo añade un poderoso golpe a los ataques de Jesse, sino que también desata descargas eléctricas. Uno de los movimientos más destacados es el Zapper Pull, que te permite atraer a los enemigos hacia ti utilizando una descarga eléctrica para electrocutarlos y luego rematarlos con puñetazos.
El juego no abruma con una gran cantidad de armas y movimientos para aprender desde el principio, sino que los introduce de manera gradual a lo largo de los capítulos. Cada vez que recibía un nuevo arma, era una agradable sorpresa, y Evil West siempre me ofrecía la oportunidad de probarla poco después de obtenerla.
El Scorcher, una herramienta que desata llamas portátiles, se convirtió rápidamente en otro favorito junto al guantelete. Con esta arma en mano, se abren nuevas oportunidades para despejar áreas, revelando cofres y bolsas de dinero ocultas tras las llamas. Sin embargo, el juego peca de ser demasiado explícito al indicar qué áreas son susceptibles de ser quemadas, restándole un poco de misterio y emoción a la exploración en Evil West. Da la sensación de que los desarrolladores subestiman la capacidad del jugador para resolver estos enigmas por sí mismos.
A pesar de esto, el juego confía en que los jugadores dominen las habilidades de combate que acompañan a estas nuevas armas, así como las mejoras que el guantelete va adquiriendo a lo largo de la historia. Para ejecutar movimientos especiales, deberás gastar parte de tu reserva de energía, la cual puedes recargar mediante ataques cuerpo a cuerpo o recolectando potenciadores energéticos dispersos por el escenario.
Mi movimiento especial favorito, y posiblemente el más devastador, es el sobrealimentador, el cual consume tres barras de energía. Este ataque transforma a Jesse en una furiosa máquina de destrucción electrificada, saltando de enemigo en enemigo y aniquilándolos con el poder de su guantelete. Es una táctica que conviene reservar para momentos cruciales, como enfrentamientos con jefes, ya que la recuperación de salud puede resultar complicada en ese estado de frenesí.
En Evil West, cada enfrentamiento ofrece la oportunidad de obtener valiosos coágulos de sangre que, al ser recogidos, restauran tu salud y te otorgan experiencia para subir de nivel. Este progreso te recompensa con generosos montones de efectivo y desbloquea una variedad de ventajas y mejoras para tu personaje.
El árbol de habilidades se divide en dos ramas: las ventajas, que potencian tus habilidades de combate, y las mejoras de armas, que brindan mejoras adicionales para tus herramientas de destrucción preferidas.
A medida que avances, desbloquearás nuevas ventajas que se adaptan a tu estilo de juego, mientras que las mejoras de armas pueden ser adquiridas con el dinero que encuentras o con un poco de esfuerzo extra en áreas más apartadas. Aunque la aventura no te concede total libertad para explorar, sí te otorga el control sobre cómo Jesse enfrenta a las criaturas del abismo. Este dominio es esencial, ya que las cosas pueden complicarse en Evil West en cualquier momento, y tu héroe debe estar preparado para hacerle frente a cualquier desafío. Es así como Jesse se convierte en el héroe resistente y decidido que todos queremos que sea.
Conclusión:
Evil West se presenta como un juego que apunta a mantener al jugador constantemente en vilo mediante una progresión cuidadosamente orquestada. Desde el inicio, se introduce una variedad de elementos nuevos: armas innovadoras, mecánicas de combate desafiantes y una gama diversa de enemigos para enfrentar. Esta constante evolución mantiene fresca la experiencia del jugador, ofreciendo nuevos desafíos y sorpresas en cada paso del camino.
Sin embargo, a medida que avanza el juego, la repetición de enfrentamientos con enemigos y minijefes puede empezar a desgastarse. La fórmula de “enjuagar y repetir” puede resultar tediosa para algunos jugadores, especialmente cuando se enfrentan a los mismos desafíos una y otra vez.
A pesar de este pequeño tropiezo en la jugabilidad, el arte de los escenarios y la narrativa del juego siguen siendo puntos destacados. Cada ubicación está meticulosamente diseñada, ofreciendo entornos visualmente impresionantes que invitan a la exploración. Sin embargo, aquí es donde surge una pequeña decepción: la falta de recompensas significativas por aventurarse fuera de los caminos trillados. A pesar de la belleza y el atractivo de cada área, la sensación de descubrimiento y la gratificación por la exploración están algo limitadas.
En resumen, Evil West ofrece un viaje emocionante que desafiará tus reflejos y habilidades tácticas mientras te enfrentas a hordas de monstruos aterradores. Experimentarás momentos de pura euforia cuando superes un desafío particularmente difícil, pero también enfrentarás momentos de frustración cuando te encuentres atrapado en una rutina de enfrentamientos repetitivos. En última instancia, es un juego que logra entregar una experiencia emocionante, aunque no exenta de algunos altibajos en el camino.